Don Quijote de la Mancha= Protagonista que da título a la novela de M. Cervantes El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Ésta se halla compuesta de dos partes: la primera (Madrid, 1605)dedicada al duque de Béjar, y la segunda (Madrid, 1615), al conde de Lemos.En ella, un pobre hidalgo (Quijada, Quesada o Quijano), enajenando por la lectura de libros de caballerías, sale de su lugar en busca de aventura, con el sobrenombre de don Quijote y montado sobre Rocinante, en defensa de la justicia y en honor de su dama Dulcinea. Tal arranque del libro responde al propósito inicial del autor, expuesto en el prólogo de la primera parte: la invectiva contra los libros de caballerías. En su primera parte se narra la inicial y titubeante salida del protagonista (caps. II-V), su regreso, el célebre escrutinio entre sus libros realizado por el cura y el barbero del pueblo (VI) y los sucesivos y variados incidentes ocurridos en la segunda salida (a partir del capítulo VII), en compañia de su ecudero y confidente Sancho Panza. La vivacidad imaginativa es rasgo relevante de esta primera parte; una trama sencilla y abierta permite que el autor se recree libremente en la narración de aventuras y peripecias de cierta autonomía, algunas tan conocidas como la relativas a los molinos de viento o los rebaños, y de una serie de novelitas hábilmente intercaladas: la pastoril de Marcela y Grisostomo (XI-XIII), la sentimental de Cardenio y Dorotea (XXIII-XXIV), la titulada "El curioso impertinente"(XXXIII-XXXV) y la del cautivo (XXXIX-XLI), cuyos personajes ofrecen una doble naturaleza, la real de la novela y la prefigurada por la literatura anterior. Don Quijote transmuta las más simples manifestaciones de la realidad (mozas de partido, ventero, molinos de viento o la labradora manchega Aldonza Lorenzo) en seres del fabuloso mundo ideal caballeresco (princesas, castellano, gigantes o Dulcinea, respectivamente); el papel desempeñado por Sancho en esta parte es esencialmente paródico y correctivo. En la segunda parte, mejor estructurada y más rica en contenido moral y psicológico, cuenta el autor la tercera salida de don Quijote y Sancho. Destacan las aventuras de los leones(XVII), las bodas de Camacho(XX-XXI), la cueva de Montesinos(XXIII), del titiritero o maese Pedro, con la escenificación del romance de don Gaiferos y Melisendra(XXVI), de Clavileño(XLI)y la actuación de Sancho como gobernador de isla de Barataria, que alterna con la estancia de don Quijote en el palacio de los duques. La confusión de realidad y ficción y la compleja autonomía de la fábula se afirman mediante un doble aprovechamiento técnico: el éxito de la primera parte, en virtud del cual los personajes toman conciencia de su existencia literaria, y la incorporación a la narración del apócrifo Quijote de Avellaneda, publicado en 1614.Por lo demás, se opera en esta parte una mutua fructífera atracción entre don Quijote y Sancho. El protagonista ya no es un personaje grotesco; encarnado en el "caballero de la Triste Figura", según le califica su escudero, su intimidad dolorosa se nos revela fundida con su quimera, especialmente en los diálogos con Sancho.Al margen de su valor intrínseco, el Quijote representa en la historia de la novela europea la consolidación del género:síntesis de las incipientes formas narrativas anteriores y organización de un vasto mundo imaginativo en torno a la figura del héroe.
Diccionario Enciclopedico Salvat
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